¿Por qué Celebro Navidad?

Me encanta la Navidad. ¡Me encantan las decoraciones de Navidad! Usamos muchos colores para decorar, pero para mí algunos son sumamente  significativos. La estrella que pongo en la punta del árbol me recuerda como una estrella fue la que Dios usó para guiar el camino a los pastores a encontrar al Salvador de mundo. Jesucristo. Me encanta el árbol 🌲 de Navidad. Haz visto alguna vez un campo de pinos en medio de una tormenta?

El viento mueve los pinos de un lado al otro.  Podríamos decir que son zarandeados,  pero no se caen.  Así sucede en nuestra en nuestra vida. Cuando las tormentas vienen, puede que estas te muevan de un lado al otro.  Eres zarandeado; pero en medio de esa tormenta, no te pierdes, porque Jesucristo es quien te sostiene  y te ayuda a levantarte nuevamente. Él te ayuda a mantenerte en pie.

Las luces, Me recuerdan que Jesucristo es la luz del mundo. Es Él a través de su Espíritu Santo quien me guía, orienta, ayuda, sostiene.  El Espíritu de Dios ilumina mi camino. Me encanta ponerles decoraciones al arbolito. Ahora uso colores específicos. El dorado, me recuerda a Dios. Dios quien tanto me ama y tiene un lugar preparado para mí en el cielo. Jeremías 31:3 “Con amor eterno te he amado”. El amor de Dios no tiene límites, es infinito, no es condicional. Es un amor real, vivo.

El rojo me recuerda la sangre de Cristo . La sangre que derramó en la cruz para librarme de mis pecados. Para hacerme libre.  1Juan 1: 7(b) “La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. El plateado o blanco. Cuando lo pongo y miro me recuerda como al recibir a  Jesucristo en mi vida me hizo libre de mis pecados, me perdona de ellos; me dice ¡Cuidado! Porque: 1Juan 1:9-10 “ Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso y su palabra no está en nosotros. Pero no solo me perdona, sino que me dio el derecho de ser hija de Dios, 1Juan 1:12 “Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre”.

El verde del arbolito me recuerda como debo  prepararme a lo largo de toda mi vida para  cada día conocer y acercarme más a Dios, crecer en mi vida personal, emocional. Tener una relación íntima con mi Rey y Salvador, esto es algo que debo de hacer cada día.  Cuánto más lo hago más me acerco a Dios, mejor lo puedo conocer y más lo amo.

Esto me lleva nuevamente a recordar cuán importante y maravillosa es la Navidad. Porque en ella simplemente le grito al mundo que Jesucristo vive. Él es el Señor y Salvador. Si dejo de celebrarla, si dejo de decorar, simplemente estoy silenciando y ayudando al mundo a quitar el NOMBRE DE JESUCRISTO. 

Es más cuando compramos nuestra primera casa, mi esposo tenía un trabajo de maestro. Un estudiante le pregunto ¿cuál es el significado de la Navidad?  Y él le explicó exactamente lo que quería saber el estudiante; pero otro estudiante, precisamente hijo de unos padres llamados “cristianos”, lo acusó de estar predicando en la clase. Él no estaba predicando, él solo dio el significado de la Navidad. Resultado: Mi esposo fue expulsado de la escuela, se quedó dos años sin trabajo por esta razón, y perdimos nuestra primera casa. Pero mi Cristo jamás nos dejó, esto nos dio más y más fuerzas de seguir adelante, gritando al Mundo que Jesucristo es la razón de la Navidad. 

Si dejo de decorar, si dejo de dar regalos, si dejo de celebrar Navidad, sí ya se, Jesucristo no nació el 25 de Diciembre, la verdad, no me interesa saber cuándo nació, lo importante es que nació. Tampoco me importa que se comercialice esta fecha, lo que me importa es gritarle al mundo que Cristo vive. Si quito la Navidad, se acaba la gran excusa de mostrar que mi Salvador nació para mí, también para ti.

¡Por eso celebro la Navidad!